Sin duda hasta el día de hoy este Francia – Estados Unidos se presentaba como el partido más importante de este Campeonato Mundial. ¿Por qué? Sencillamente porque se enfrentaban la anfitriona de la competición, una de las mejores escuadras, y una de las favoritas para alzarse con el triunfo final, contra la actual campeona, que además atesora la vitola de primera en las apuestas para lograr quedar en lo más alto el siete de julio.
Era un encuentro que daba para grandes titulares, para zambullirse de cabeza sin miedo en el mar de tópicos que genera. Porque lo tiene todo, al menos antes de que el esférico se codee con el césped del terreno de juego, tenemos un gran estadio que registró un lleno con dos aficiones que no dejaban de alentar a las suyas. Una pléyade de estrellas que serían capaces de iluminar varias galaxias. En juego el pase a semifinales, y no sólo eso, la agraciada con la victoria conllevará el título honorífico de postulante número uno. Una jugadora, Rapinoe, posicionada abiertamente a favor de la igualdad, algo que nunca nos casaremos de aplaudir. Y más y más datos que podíamos continuar vertiendo en este artículo.
Se inauguró el encuentro con el zapatazo inicial por parte de las anfitrionas que se marcha directamente fuera del terreno. Las norteamericanas determinaron que no serían necesarios minutos de tanteo, que ya todas se conocían lo suficiente, es decir intensidad máxima desde el segundo cero. Algunos espectadores aún estaban tomándole la medida al asiento cuando Morgan corría por la banda luchando por un balón con Mbock, la sa no tuvo más remedio que cometer falta para frenar la internada de la hoy capitana de las americanas. Con esta acción la defensa se ganó la primera tarjeta amarilla del partido. Falta lateral que se encarga de poner en juego Rapinoe, jugadoras de ambos conjuntos arremolinadas en el área pequeña, algunas americanas al borde de la grande para recoger un posible rechace. ¿Habría jugada de estrategia? ¿La colgaría al segundo palo? Rapinoe lanzó un disparo cruzado, botando, casi a ras de suelo, la pelota parece ir eludiendo piernas de unas y otras y concluye su viaje en el fondo de las redes sas. Las jugadoras exultantes de alegría, las aficionadas norteamericanas explotando de euforia y suponemos que el señor presidente «también» contento.
El tanto pese a lo que se podría pensar no le sentó mal a Francia, al contrario, no dudaron ni un momento en intentar que la igualada volviera al marcador. Para USA el encuentro se volvió plácido, de aquí, y recordemos que estábamos en el minuto cinco, hasta el final, no pasaron grandes apuros. Es cierto que las sas lo intentaron pero ni Majri por su banda, como tampoco Torrent por la suya, pusieron en aprietos a Naeher. Las sas manejaban el balón, tienen calidad para ello, pero una vez rondaban el área contraria las zagueras se imponían con confianza.
Los Estados Unidos ponían el ritmo, siempre se jugó al que ellas quisieron, y como su entramado defensivo les resultaba suficiente para no tener sobresaltos y tanto Morgan, Rapinoe y Heath evidenciaban facilidad para tocar y contragolpear tampoco tuvieron prisa para apretar el acelerador.
La segunda parte comenzó frenética, las americanas volaban por el césped, fueron varios minutos de vértigo donde generaron claras ocasiones para aumentar la ventaja. Una vez concluido lo peor de la tormenta, las sas se aferraron al timón del partido y ahora sí concluyeron varias jugadas con verdadero peligro. El partido estaba bonito, vibrante, emocionante, a la altura de las expectativas.
En el minuto 65, un contragolpe de USA que coge a la defensa sa muy abierta lo concluye Rapinoe con el segundo gol. Parecía que todo había terminado, más aún cuando unos minutos más tarde subió al marcador el tercero, mejor dicho no llegó a subir, ya que fue anulado por fuera de juego, offside que el VAR se encargó de dar la razón a la jueza de linea.
Francia, pese a la adversidad, no bajó los brazos, al contrario, y eso que el tanteador era bastante desfavorable y que las manecillas del reloj corrían como posesas hacia el objetivo final, el minuto 90. En pleno ataque galo Majri pidió manos, con toda la razón del mundo, aunque la colegiada no quiso saber nada del asunto e insistió que se siguiera jugando. Lo cierto es que el esférico golpea claramente el brazo de una jugadora americana cortando la trayectoria.
Quedaba ya muy poquito y la emoción subió de tono, Thiney golpeó una falta lateral y el buen pie de la sa puso la pelota en la cabeza de Renard, que desde muy cerca colocó los corazones ses al borde del infarto. Tenían tiempo para obrar el milagro, corría el minuto 81 y seguro que el alargue seria generoso. Entonces Estados Unidos sacó a relucir la experiencia y el oficio que atesoran, llevando el encuentro a su término con un marcador que hasta su fin fue esperanzador para Francia, pero suficiente para las americanas, que ya pueden ir sellando sus pasaportes para las semifinales.
FICHA TÉCNICA
FRANCIA: Bouhhadi, Torrent, Mbock, Renard, Majri, Henry, Thiney, Bussaglia, Diani, Gauvin (Cascarino 76´) y Le Sommer (Asseyi 82´).
ENTRENADORA: Corinne Diacre
EEUU: Naeher, Dunn, Sauerbrunn, Dahlkeper, O´hara, Mewis (Lloyd 82´), Ertz, Lavelle (Horan 63´), Rapinoe (Press 87´), Morgan y Heath.
ENTRENADORA: Jill Ellis
GOLES: 0-1 Rapinoe 5´. 0-2 Rapinoe 65´. 1-2 Renard 81´.
JUGADORA DEL PARTIDO: Megan Rapinoe
ÁRBITRA: Kateryna Monzul (UCR). Amonestó con tarjeta amarilla a las jugadoras sas Mbock 4´ y Bussaglia 94´.
ASISTENTES: Maryna Striletska (UCR), Oleksandra Ardasheva (UCR) y Kate Jacewicz
ESTADIO: Parque de los Principes (Paris)
ESPECTADORES: 45595 personas
Autor: Emilio Mahugo
Fotografía: Jordi Vinuesa